sábado, 19 abril, 2025
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Precios: primeras reacciones tras la salida del cepo y un pedido de Javier Milei al equipo económico

La suba del 11,5% en el dólar mayorista -a $1.198- fue calificada como un éxito por el Gobierno, tras la puesta en funcionamiento de un nuevo esquema cambiario, que incluyó la liberación del cepo para individuos.

En el flamante régimen de flotación entre bandas -que va de $1.000 a $1.400-, la cotización del dólar quedó en el medio.

La idea del Gobierno es que el precio de la divisa baje lo máximo posible, hasta el piso de la banda cambiaria. Así se lo transmitieron funcionarios del equipo económico a consultores económicos y agentes bursátiles con quienes mantuvieron contactos en las últimas horas.

El impacto del nuevo esquema cambiario en los precios

El alza del tipo de cambio ya tuvo un primer impacto en algunos precios de la canasta básica alimentaria.

Algunas de las compañías líderes en la producción de aceites anunciaron ayer mismo a sus clientes incrementos de entre 8% y 9%. En el caso de la aceitera Bunge se trató de la segunda lista de precios en lo que va de abril.

Para hoy se esperan nuevos ajustes en algunos rubros sensibles al precio del dólar. Habrá incrementos en productos elaborados en base a trigo: desde harinas a fideos y panificados. Así lo anunciaron distintas empresas líderes del sector, que estaban definiendo esos aumentos a última hora de ayer.

También hubo reacción en empresas de primera línea de productos de limpieza e higiene, que avisaron la suspensión de envíos hasta que se aclare el panorama cambiario.

En vista de esta incipiente -pero automática- reacción en productos de la canasta básica, Javier Milei pretende que la cotización del dólar vaya al piso de la banda.

Fin del cepo: los dólares y la pelea del Gobierno con el campo

El Gobierno cree que esa baja del dólar podría darse en las próximas semanas, una vez que arranque la liquidación de la cosecha gruesa.

Esa intención quedó al descubierto ayer, en las declaraciones radiales de Javier Milei. «Avisen al campo que si tienen que liquidar, que lo hagan ahora porque en julio vuelven las retenciones».

El anuncio presidencial provocó un notorio malestar entre las cámaras que representan a los productores agrarios.

Hasta el 30 de junio, los derechos de exportación de los principales cultivos, quedaron en el 26% para la soja (poroto) contra el 33% anterior; y sus derivados bajaron del 31 al 24,5%. A su vez, los derechos para la exportación del trigo quedaron en 9,5 (versus 12% previo).

La decisión del Gobierno de restablecer los niveles de las retenciones se da en un contexto donde el FMI le reclamó un mayor ajuste fiscal en medio de las turbulencias en los mercados internacionales tras la guerra comercial entre Estados Unidos y el resto del mundo, en especial contra China.

El FMI quiere que haya más dólares en la reserva

Hay otra cuestión en la decisión de Milei, que no debe perderse de vista: el apuro del Gobierno por lograr una buena oferta de divisas en el mercado, que ayude a aplastar la cotización del billete verde.

«Los fundamentos (del programa económico) están diseñados para que el dólar, tarde o temprano, vaya a buscar el piso de la banda«, explicitó Federico Furiase, director del Banco Central.

Esa intención, de todas formas, se choca contra un pedido expreso que hizo el staff del FMI, y quedó planteado en el «staff report» conocido el fin de semana.

El Fondo le requirió a Economía que las reservas del Banco Central deben crecer de manera sustancial. ¿Cuánto? Al menos, el BCRA debe comprar unos u$s6.500 millones de acá a los próximos 60 días. En ese momento será la primera revisión del programa por parte del Fondo Monetario.

El objetivo acordado con el organismo es que las reservas netas deben llegar a -u$s500 millones (negativas). El nivel actual no fue informado por el FMI ni por el Gobierno.

Hay distintos cálculos. El más optimista es el del economista Fernando Marull, que estimó las reservas en negativo en u$s7.000 millones. Para Marina dal Poggetto, se ubican más abajo: en -u$s11.000 millones.

La cuestión es que si el Gobierno se ve obligado a comprar semejante volumen de divisas, entonces es difícil que el tipo de cambio baje al piso de la banda, como pretende Milei.

Y, entonces, si la cotización fluctúa en torno de la mitad de la banda ($1.200) aproximadamente, el recalentamiento de la inflación sería inexorable.

El papel de la inflación para contener al dólar

La inflación de marzo, del 3,7%, empeora la perspectiva de la inflación para las semanas que vienen. ¿Qué quiere decir? Que la aceleración inflacionaria puede quitarle atractivo al techo de la banda.

Un IPC que se mantenga por encima del 3% en los próximos dos meses -algo totalmente posible en el actual contexto- dejará, otra vez, al tipo de cambio real menos competitivo: no hay que olvidarse que la evolución de la banda de arriba -ahora en $1.400- corre con un alza mensual de apenas el 1%.

Por eso mismo, el Gobierno necesita que la inflación encuentre su techo lo más pronto posible. Y eso sí dependerá de lo que suceda con el precio del dólar de «mercado» a partir ahora.

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