(Corresponsalía Buenos Aires) – El presidente Javier Milei desató una tormenta política y económica al firmar un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que refrenda un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), permitiendo que Argentina se endeude en 20 mil millones de dólares adicionales. La medida, que exime al Gobierno de enviar un proyecto de ley al Congreso para su debate, generó reacciones encontradas en el oficialismo y la oposición, mientras los mercados reaccionaron con una leve recuperación de bonos y acciones.
El impacto en los mercados
Tras una fuerte caída del lunes, las acciones argentinas mostraron un rebote moderado en el S&P Merval, que subió un 1%, mientras que los bonos en dólares registraron alzas de hasta 0,7%. El riesgo país, en tanto, se redujo en 9 unidades y se ubicó en 714 puntos básicos, según el índice de J.P. Morgan.
El Gobierno apuesta a que la oposición no logre frenar el DNU en el Congreso y que el acuerdo con el FMI aporte unos 10 mil millones de dólares en fondos frescos para devolver parte de la deuda tomada por el Tesoro con el Banco Central.
Un decreto que aviva la tensión política
El DNU establece un programa de Facilidades Extendidas (EFF) con el FMI a diez años, con un período de gracia de 4 años y 6 meses para las amortizaciones. Sin embargo, su aprobación por parte del organismo internacional aún está pendiente.
Desde la oposición, la medida fue duramente cuestionada. Un grupo de diputados de Unión por la Patria (UxP) denunció a Milei y a sus funcionarios por “violación de la Constitución Nacional” al tomar deuda sin la aprobación del Congreso. “Este decreto es un golpe de Estado en democracia”, sentenció el senador Martín Doñate, quien aseguró que su bancada no reconocerá “esta deuda canalla”.
Por su parte, el expresidente Mauricio Macri, aunque respaldó el acuerdo con el FMI, criticó la decisión de sellarlo por decreto. Desde la Expoagro 2025, en San Nicolás, afirmó que “demuestra la debilidad institucional en que estamos y no ayuda a generar confianza”. También reclamó que el Gobierno debata el Presupuesto 2025 en el Congreso.
La estrategia del Gobierno
Desde Casa Rosada justificaron la firma del DNU al sostener que la competencia del Congreso “no es la de aprobar los términos y condiciones de un acuerdo con el FMI, sino la de aprobar la operación de crédito público mediante una ley”. Argumentaron que “circunstancias excepcionales” y “la gravedad de la situación” hacían necesario actuar de manera inmediata.
El documento oficial detalla que los desembolsos del FMI serán utilizados para pagar las Letras del Tesoro en poder del Banco Central y otras deudas contraídas en 2022. Además, ratifica el compromiso del Gobierno con la política de déficit cero y descarta que los fondos puedan ser usados para gasto corriente.
El futuro del DNU y la reacción del Congreso
Con un Congreso dividido, el destino del DNU es incierto. La oposición buscará impugnarlo en el Senado y la Cámara de Diputados, pero el oficialismo confía en que no logrará los votos necesarios para su rechazo. Mientras tanto, los mercados se mantienen expectantes y los inversores analizan el impacto a largo plazo de esta nueva ola de endeudamiento.
La decisión de Milei marca un punto de inflexión en su relación con la oposición y con el propio establishment financiero. Si bien logró evitar un default inminente, el costo político podría ser significativo si el Congreso decide jugarle en contra. La batalla por el DNU recién comienza, y su desenlace podría redefinir el rumbo económico y político del país.