Hay alerta en el departamento de Cauca, después de que se conocieran nuevos detalles de las estrategias que estarían usando los grupos armados para engrosar sus listas de militantes.
De hecho, después de que uniformados de la Tercera División del Ejército rescataran a un grupo de jóvenes que escapó del frente José María Becerra del ELN en el Cañón del Micay, en la zona rural de El Plateado, en el municipio de Argelia, sus testimonios encendieron las alarmas entre las autoridades.
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Según información conocida por la revista Cambio, los jóvenes, que habían sido reclutados forzosamente hace aproximadamente un año, buscaron refugio en las autoridades con el objetivo de abandonar el conflicto armado y reintegrarse a la sociedad. Uno de ellos resultó herido durante la fuga, tras caer en un campo minado.
De acuerdo con el medio, los jóvenes relataron que fueron sacados de sus hogares por miembros del ELN, quienes los obligaron a unirse a sus filas bajo amenazas.
Durante su huida, enfrentaron ataques tanto de integrantes del grupo armado al que pertenecían como de guerrilleros del frente Carlos Patiño, una facción de las disidencias de las Farc que también opera en la región.
El joven herido fue atendido inicialmente por enfermeros de combate del Ejército Nacional, quienes lograron estabilizarlo y trasladarlo a un centro médico para recibir atención especializada.
Los testimonios de los jóvenes revelaron una preocupante estrategia de reclutamiento implementada por los grupos armados ilegales en los departamentos de Cauca y Nariño.
Según detallaron, estas organizaciones estarían recorriendo las veredas del Cañón del Micay, exigiendo a las familias que entreguen al menos un integrante para unirse a sus filas.
Esta práctica, conocida como “la cuota para la revolución”, ha generado temor y desintegración en las comunidades rurales de la región.
Uno de los jóvenes narró que, en su caso, miembros del ELN llegaron a su hogar a finales de septiembre y, sin opción a negarse, tuvo que abandonar su casa con apenas unas pocas pertenencias.
Posteriormente, su familia también fue obligada a entregar a otro integrante al frente Carlos Patiño, lo que evidencia la presión ejercida por múltiples grupos armados en la misma zona.
Según información de inteligencia militar, en los últimos tres meses de 2024, más de 100 personas han sido reclutadas por las estructuras armadas ilegales que operan en Cauca y Nariño.
Estas cifras reflejan un incremento alarmante en las actividades de reclutamiento forzado, que afectan principalmente a jóvenes y adolescentes de las comunidades rurales. Los nuevos integrantes, en su mayoría sin experiencia previa, son enviados directamente a zonas de combate, donde enfrentan riesgos como enfrentamientos armados y la presencia de campos minados.
Esta situación no solo estaría poniendo en peligro la vida de los reclutados, sino que también perpetúa el ciclo de violencia en la región, afectando gravemente a las comunidades locales, pues las familias, bajo amenazas, se han visto obligadas a ceder a las exigencias de los grupos armados, lo que genera un ambiente de miedo e incertidumbre.
En respuesta a esta problemática, las tropas de la Tercera División del Ejército Nacional han intensificado sus operaciones en el Cañón del Micay y otras zonas afectadas por la presencia de grupos armados.
Según consignó el medio, estas acciones buscan no solo desmantelar las estructuras ilegales, sino también facilitar la reincorporación de más combatientes a la legalidad.
En lo que va de 2025, ocho personas han decidido someterse a la justicia, lo que representa un avance en los esfuerzos por reducir el impacto de los grupos armados en la región.
Mientras tanto, las autoridades continúan trabajando para garantizar la seguridad de los habitantes y ofrecer alternativas a quienes deseen abandonar el conflicto armado.