Tras el hallazgo del cadáver de María Fernández iniciaron exámenes médicos. En principio, descartaron que presente lesiones. Estaba en estado de descomposición en una zanja con agua a 100 metros de donde hallaron muerto a su amigo con quien se vio por última vez.
La mujer que estuvo cuatro días desaparecida en la ciudad de Goya y cuyo cadáver fue encontrado en una zanja con agua no presentaba lesiones visibles. Por esta razón, los estudios forenses serán claves para determinar el motivo de su muerte.
En tanto, cuatro hombres permanecen demorados en la Comisaría Seccional Sexta, mientras avanza la investigación que busca determinar si María de los ángeles Fernández, de 44 años, fue víctima de alguna agresión o sufrió un presunto accidente como lo dejaría entrever una de las hipótesis.
Entre los que declararon en sede policial se encuentra el concubino. El resto son personas con quienes ella mantenía relación de amistad y formaban parte de un grupo que acostumbraba ir al basural a buscar materiales para reciclar en el paraje La Soledad.
Las dudas que mantienen los investigadores surgieron respecto de la filmación de una cámara de seguridad que grabó a lo lejos a María caminar hacia la zona donde finalmente la encontraron tirada boca abajo adentro de un canal de agua.
En las imágenes, según datos conocidos por diario época, se ve a la mujer ir acompañada de otras dos personas.
El martes, horas después de que un hermano radicara la denuncia por desaparición de persona, un hombre identificado como Francisco G., de 57 años, fue encontrado ahorcado de un árbol a unos 100 metros del sitio donde el miércoles a la noche hallaron el cuerpo de María.
Francisco y María eran amigos. Los dos eran recicladores y junto a otras personas, el sábado a la tarde, compartieron la ingesta de bebidas en un domicilio cercano al predio donde ambos fueron encontrados muertos, según explicaron fuentes cercanas al caso.
Una de las dos personas que caminaban en compañía de María sería, precisamente, su amigo Francisco.
En principio trascendió que la data de muerte correspondería al mismo día del registro de video.
La información oficial precisa que Fernández fue “encontrada sin vida en un zanjón en cercanías del vertedero municipal, en avanzado estado de descomposición y que a simple vista no evidenciaba lesiones”.
Al lugar concurrieron peritos y posteriormente bomberos voluntarios procedieron a extraer el cuerpo. A María la reconocieron por las prendas de vestir y algunas características físicas, ya que el cadáver evidenciaba un notorio estado de putrefacción.
El sábado 18 de octubre María salió de su domicilio y desde entonces no regresó. Con el correr de las horas sus allegados comenzaron a tratar de ubicarla pero no tuvieron éxito. Preguntaron entre conocidos y anduvieron en los lugares que ella solía frecuentar.
Pero las alarmas comenzaron a sonar con fuerza cuando las autoridades supieron sobre la muerte de Francisco.
“Lo encontraron ahorcado en un árbol del Paraje donde la Policía inició los rastrillajes en búsqueda de la mujer, cerca del cementerio y del basural”, señalaron.
El martes, a eso de las 7, testigos vieron al hombre merodear la zona como lo hacía habitualmente. Justo ese día comenzaban a profundizar la búsqueda de María y alguien le habría dicho que tenía que ir a hablar con la Policía si es que sabía algo de ella.
Dos horas más tarde, a eso de las 9, una persona alertó sobre la presencia del hombre pendiendo de un árbol con una soga al cuello. Las pericias habrían determinado que se trató de un acto de suicidio.
Los rastrillajes en amplios terrenos de abundante vegetación, cercanos a un arroyo que desemboca en un brazo del río Paraná, fueron encabezados por efectivos de la comisaría Sexta, con el acompañamiento de las demás comisarías, efectivos de la División 911 y Grupo Táctico Operacional.
La Unidad Fiscal de Investigaciones Concretas a cargo de Francisco Antonio Arrúe trabaja en la causa y en base a los resultados forenses serán clave para encaminar el esclarecimiento.
