El arzobispo coadjutor, José Adolfo Larregain, dio un claro mensaje para toda la comunidad. “Que la Navidad nos acerque a la solidaridad, al compromiso y a celebrar la vida, aún en las situaciones difíciles y complejas que nos toca vivir en lo cotidiano”, expresó.
Los cristianos de todo el mundo vivirán hoy la Nochebuena y a medianoche recibirán la Navidad, festividad que celebra el nacimiento de Jesús de Nazaret. En virtud de este acontecimiento religioso, que a nivel local cala tan hondo en la idiosincrasia y el credo de la mayoría de las familias correntinas, época dialogó con el arzobispo coadjutor de la provincia, José Adolfo Larregain, quien dio un mensaje que hizo extenso a toda la comunidad.
En el audiovisual enviado a este medio, el franciscano sostuvo que “estamos a las puertas de celebrar la Nochebuena y la Navidad, es un tiempo hermoso de alegría, esperanza y generosidad. No obstante, también a veces afloran sentimientos encontrados por lugares vacíos, seres queridos que están lejos o que se fueron, es un momento también para recordar y celebrar”.
Con ese rigor, añadió: “Le pedimos al Señor que esa gracia de poder experimentar la realidad de la Navidad y la Nochebuena y el pesebre sea algo que suceda también en nuestros propios corazones y en nuestras vidas, llenándonos de su alegría y esperanza”.
Al profundizar en su alocución, Larregain sostuvo: “Por eso es que la Navidad se asocia al amor y a la paz, es un lindo momento para reflexionar sobre valores como la bondad, la compasión y la solidaridad; buscando la armonía y la reconciliación con las personas. Es una ocasión para el reencuentro con familiares y con amigos”.
A concepto seguido, valoró: “Dios se hace hombre y esto tiene una profunda implicancia en nuestra vida. Porque en primer lugar afirma la dignidad humana, la que tiene toda persona desde el mismo momento en que Jesús asume nuestra condición humana. Similar en todo, excepto en el pecado, como nos dice el apóstol San Pablo. También nos viene a ofrecer esperanza, ya que Dios se hizo hombre para vencer a la muerte y al pecado”.
El prelado coadjutor, que el próximo viernes se convertirá en el nuevo arzobispo de Corrientes, insistió en que la Navidad es “un llamado, también, a la santidad, porque nos llama a una vida santa imitando el amor de Dios, expresado y manifestado en Jesús, en su amor, en su compasión y en el servicio a los demás”.
“Una canción, que ya tiene sus años, dice: Si cada día es Navidad, nos invita a repensar para actualizar la Navidad en nuestra vida. Que sea no solo un acontecimiento social, o algo que recordemos como un evento histórico, sino una realidad que se hace presente en nuestra vida y nos ayuda a vivir con espíritu navideño en medio de realidades duras y difíciles. Que nos acerque a la solidaridad, al compromiso, a celebrar la vida, a encontrar la alegría en lo cotidiano, aún en las situaciones difíciles y complejas que nos toca vivir”, exaltó en el tramo final de su mensaje. “Feliz Navidad para todos, que el Señor les conceda aquello que más están necesitando”, culminó.