jueves, 19 junio, 2025
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Caída en el consumo. El efecto de la crisis en las provincias

La caída del consumo ha sido una de las variables que casi no ha cambiado su tendencia descendente desde la llegada de Milei al gobierno. Un informe revela las consecuencias de esta crisis en algunas provincias del norte, donde ya se observan síntomas de una recesión severa.

Según declaraciones del titular de la Cámara de Distribuidores Mayoristas del NEA, se registró un duro retroceso interanual del 10% al 12% en el consumo. Este comportamiento, que se repite en todo el país producto de la caída del poder adquisitivo de los trabajadores, también afecta a las provincias de Corrientes, Santiago del Estero, Jujuy y Catamarca.

En una entrevista, Maximiliano Beigbeder, presidente de la Cámara de Distribuidores Mayoristas, analizó el panorama que sufre el rubro en esa zona de Argentina. Para el empresario, el escenario en esas provincias es complicado, ya que la gente no solo ha dejado de consumir productos de lujo, sino que también ha reducido la compra de alimentos básicos.

Por otro lado, también destacó la situación en el interior de estas provincias, donde la caída en el consumo de marcas líderes es notoria, sumado a que los costos logísticos para la distribución de productos han golpeado fuertemente al sector comercial. Otro indicador de esta crisis de consumo se observa en las góndolas, donde marcas tradicionales han desaparecido y fueron reemplazadas por productos importados de Brasil.

En Santiago del Estero, el impacto de este retroceso en el consumo también se hace sentir en el comercio. Como refleja un artículo de Ámbito y según las declaraciones del presidente de la cooperativa CoMeCo, Daniel Occhionero, en la provincia existe una sobreoferta de mercadería y una demanda muy baja.

Para el responsable de la principal cooperativa del mercado frutihortícola de la región, la situación es similar a la de una recesión, con poco dinero en circulación y un poder adquisitivo extremadamente bajo.

El ejemplo dado por estos sectores no difiere de la dinámica a nivel nacional, que, en materia de consumo, no ha sufrido grandes cambios. Desde la llegada de la gestión libertaria, el consumo llegó a sumar 16 meses consecutivos en caída constante. Si bien algunas mediciones de mayo mostraron cierta recuperación, esta no es suficiente para compensar el daño acumulado en más de un año y medio. Además, los síntomas de esta tendencia persisten.

Por ejemplo, en el último Día del Padre, según datos[i] de la CAME, las ventas cayeron un 1,7% en comparación con el año anterior. Este evento registra una disminución por tercer año consecutivo, con la particularidad de que, en 2025, el poder adquisitivo se redujo un 8,9% interanual, según la misma Cámara.

Estas no son las únicas señales de esta situación. Como advierten los comerciantes del NEA, a nivel nacional, la caída en el consumo de alimentos se ha convertido en una tendencia preocupante. Según un informe[ii] del Instituto Argentina Grande (IAG), la compra de bienes no duraderos, como alimentos y medicamentos, cayó un 5,1% en el primer cuatrimestre de este año en comparación con el mismo período de 2023.

La desaceleración inflacionaria que impulsa el gobierno trae aparejadas estas consecuencias. El 1,5% registrado en mayo es un logro de los libertarios, basado en una serie de elementos. No solo el anclaje al tipo de cambio oficial es clave para alcanzar esa cifra, sino que la contracción del consumo, resultado de un poder adquisitivo muy bajo en la mayoría de los trabajadores, es uno de los requisitos fundamentales que permiten al equipo económico sostener su estrategia.

Este escenario recesivo también trae aparejadas otras consecuencias. La imagen completa incluye, además, el cierre de los comercios como producto de la caída en las ventas. Por otro lado, la disminución de la producción es otro de los problemas, y uno de los resultados más palpables está ligado al aumento de despidos desde que se implementaron las políticas libertarias. El conjunto de estos elementos permite tener una visión integral de todo este contexto.

Con el gobierno de Milei, dirigido por las exigencias del FMI, la dinámica de crisis seguirá desarrollándose de la misma forma: con salarios ajustándose a un crecimiento mensual del 1% (cuando existe ese aumento), insuficiente para recuperar el poder de compra de los trabajadores. Mientras se mantenga esta política, el consumo seguirá en declive.

Frente a este escenario, resulta imprescindible un aumento de emergencia en salarios, jubilaciones y pensiones, que iguale el valor de la canasta alimentaria, algo imposible de implementar bajo la actual gestión libertaria.

Para frenar los constantes ataques de este gobierno, tanto económicos como represivos, es necesaria la máxima unidad en las calles para derrotar su plan. Un paro nacional y la construcción de un plan de lucha, convocado por las principales centrales obreras, se vuelven urgentes, ya que serían las herramientas clave para terminar con este gobierno hambreador y autoritario.


[i] https://www.redcame.org.ar/novedades/14252/dia-del-padre-2025-las-ventas-cayeron-17-anual

[ii]https://argentinagrande.org/noticias/que-decimos-sobre-economia-13-de-junio  

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