La Argentina solicitó a la jueza del Distrito Sur de Nueva York, Loretta Preska, que reconsidere su orden de entregar correos electrónicos, mensajes y otras comunicaciones electrónicas de funcionarios nacionales en el marco de la causa YPF.
El planteo, revelado por el especialista Sebastián Maril, busca evitar que se liberen mensajes privados que involucran a actuales y ex funcionarios de las gestiones de Javier Milei y Alberto Fernández. Entre ellos se encuentran el actual ministro de Economía, Luis Caputo, y su antecesor, Sergio Massa.
Según Maril, si Preska rechaza el pedido argentino, el Gobierno podría avanzar con una nueva apelación para impedir que se concrete la medida.
El mes pasado, la magistrada había ordenado al país entregar comunicaciones privadas obtenidas de teléfonos y computadoras de diversos funcionarios. La instrucción no exige la entrega completa de los dispositivos, sino la realización de búsquedas por palabras clave, como «YPF» o «Aerolíneas Argentinas».
La medida responde a un reclamo de los fondos Burford Capital y Eton Park, demandantes en el caso. Su objetivo es demostrar que empresas estatales y organismos como YPF, Aerolíneas Argentinas, Banco Central, ENARSA y Banco Nación funcionan como «alter ego» del Estado.
De confirmarse esa hipótesis, los demandantes podrían reclamar embargos sobre los activos de esas compañías para cubrir el fallo en contra de la Argentina, que alcanza los u$s16.000 millones.
Juicio por YPF en Estados Unidos: el plan de Burford, en alerta
Además, hace unos días, Argentina sumó un fallo favorable en la extensa disputa internacional por la expropiación de YPF. El High Court Commercial de Irlanda, a cargo de la jueza Eileen Roberts, rechazó el pedido de los fondos demandantes que buscaban ejecutar en ese país la condena dictada en Nueva York contra el Estado nacional.
Según la resolución, ni la República Argentina ni YPF poseen bienes en Irlanda que puedan ser embargados, salvo activos diplomáticos y consulares que, por su naturaleza, están protegidos.
La decisión representa un alivio para el Gobierno, que enfrenta una sentencia por más de 16.000 millones de dólares en Estados Unidos, todavía en etapa de apelación.
Para la Procuración del Tesoro de la Nación (PTN), este revés a los fondos marca un precedente importante, dado que los demandantes intentan avanzar con ejecuciones en distintas jurisdicciones extranjeras como Inglaterra, Francia, Luxemburgo, Canadá o Australia.
En un fallo de 77 páginas, la jueza Roberts explicó que permitir el trámite en Irlanda no tendría sentido práctico, ya que no existen expectativas realistas de cobrar en esa jurisdicción.
Además, subrayó que replicar procesos de ejecución en múltiples países solo generaría duplicación de esfuerzos judiciales sin resultados concretos.
La magistrada evitó pronunciarse sobre cuestiones de fondo, como la inmunidad soberana del Estado argentino o la doctrina del acto de Estado, al considerar que no resultaban determinantes en esta instancia.
El frente principal de la disputa continúa en Nueva York. Allí, la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito analizará en septiembre el pedido de Burford Capital —principal demandante— de quedarse con las acciones de YPF, siguiendo la orden inicial de la jueza Loretta Preska. Luego, en octubre, se debatirá la apelación de fondo sobre la validez de la condena.
Desde el Gobierno aseguraron que, bajo la gestión de Javier Milei, se continuará apelando cada revés hasta llegar a la Corte Suprema de Estados Unidos si fuera necesario. «Este fallo confirma la solidez de la defensa técnica y nuestro compromiso con la protección de los activos estratégicos de la Nación», remarcaron en la PTN.
Vale aclarar que, recientemente, la jueza Loretta Preska, a cargo de la causa, había pedido que el Gobierno argentino transfiera el 51% de las acciones de la petrolera a los referentes de Burford y que el ministro de Economía, Luis Caputo, al igual que su predecesor, Sergio Massa, entreguen sus chats de WhatsApp y correos electrónicos. Ambas medidas están siendo negociadas por la gestión Milei.