Hoy, Corrientes dará un paso significativo en su infraestructura sanitaria con la inauguración del nuevo Instituto Oncológico. El acto oficial, programado para las 10, será presidido por el gobernador Gustavo Valdés y marcará el inicio de operaciones del centro de alta complejidad, ubicado en la intersección de la avenida Chacabuco y la calle Suiza de la Capital. La apertura de este instituto es una respuesta directa a la problemática del cáncer, una de las enfermedades con mayor impacto en las estadísticas de mortalidad locales.
La necesidad de esta obra se fundamenta en los datos provistos por el Ministerio de Salud Pública. Según detalló su titular, Ricardo Cardozo, el cáncer figura entre las principales causas de fallecimiento en la provincia. «Unos 8 mil correntinos se mueren por año por diversas causas. El cáncer representa el 18 por ciento de esas razones, y las enfermedades cardiovasculares casi el 20 por ciento. Entre las dos, se llevan prácticamente el 50 por ciento de las causas de mortalidad», precisó el funcionario, contextualizando la inversión como una medida estratégica para combatir estas patologías.
INVERSIÓN
MULTIMILLONARIA
El proyecto del Instituto Oncológico fue licitado en el año 2022 y requirió una inversión declarada superior a los 2.200 millones de pesos, ejecutada por el Ministerio de Obras y Servicios Públicos provincial. El gobernador Gustavo Valdés ha calificado públicamente la construcción como «la mayor obra de salud pública del siglo XXI en Corrientes». La estructura edilicia ocupa una superficie de aproximadamente 4.500 metros cuadrados cubiertos, la cual se encuentra dentro de un predio de propiedad estatal de 20.000 metros cuadrados, lo que permite prever futuras ampliaciones.
Desde el punto de vista operativo, el nuevo centro no funcionará de manera aislada, sino que se integrará a la red sanitaria existente. Su rol será complementar el trabajo que ya realiza el servicio de Oncología del hospital Vidal. Dicho hospital continuará siendo una institución de referencia para áreas clave como los estudios de anatomía patológica, que son fundamentales para el diagnóstico del cáncer, y para la realización de cirugías oncológicas de alta complejidad.
CAPACIDAD DE ATENCIÓN
El diseño del instituto fue pensado para ofrecer un abordaje completo de la enfermedad, abarcando desde la detección temprana hasta los tratamientos más avanzados, todo en un mismo lugar. Para ello, sus áreas funcionales están interconectadas. La capacidad de diagnóstico se concentrará en un ala de Imágenes de alta resolución, que incluye un resonador magnético, un tomógrafo computado, ecógrafos, un mamógrafo y equipos de radiología. Estos dispositivos son esenciales para localizar tumores, determinar su tamaño y evaluar su relación con los órganos circundantes.
Esta capacidad se complementa con un área de Medicina Nuclear, equipada con tecnología PET-CT y Spect-CT. Estos estudios avanzados son cruciales para la estadificación precisa de la enfermedad, un proceso que permite a los médicos conocer con exactitud la extensión del cáncer en el cuerpo del paciente. Esta información es determinante para definir el plan terapéutico más adecuado y efectivo para cada caso particular.
En cuanto a la capacidad de tratamiento, el instituto contará con un Hospital de Día destinado a la administración de quimioterapia. Este espacio fue acondicionado con 31 sillones especiales para que los pacientes reciban sus tratamientos endovenosos de manera ambulatoria y bajo constante supervisión médica. De forma paralela, el área de radioterapia constituye uno de los núcleos tecnológicos del centro, ya que albergará un moderno acelerador helicoidal y un equipo de braquiterapia de alta tasa, dos modalidades avanzadas para la aplicación de radiación.
Finalmente, el edificio dispone de áreas de soporte fundamentales para una atención integral y continua. Incluye una guardia para emergencias oncológicas, laboratorios para análisis clínicos, una serie de consultorios externos para el seguimiento de los pacientes y un salón de conferencias con capacidad para 50 personas. Este último espacio, según fuentes oficiales, está destinado a fomentar la formación continua de los profesionales, la investigación clínica y el desarrollo de programas de prevención.
TECNOLOGÍA Y ESTRATEGIA
El equipo más destacado del instituto es el acelerador helicoidal. Se trata de un sistema de radioterapia que se diferencia de los equipos convencionales por su capacidad para administrar la radiación en un movimiento de 360 grados, similar a una espiral, mientras la camilla se desplaza. Esto permite a los radioterapeutas modelar el haz de radiación para que se ajuste con gran precisión a la forma del tumor, incluso si esta es irregular o se encuentra cerca de órganos vitales.
Sobre sus beneficios, el ministro Cardozo explicó que esta precisión «daña mucho menos las demás células. Podría pensarse en un tratamiento que acorta el tiempo y potencia la efectividad». La implementación de esta tecnología busca mejorar los resultados clínicos y reducir los efectos secundarios en los pacientes.
La apertura del Instituto Oncológico se inscribe en una estrategia más amplia de fortalecimiento del sistema de salud correntino. Las autoridades sanitarias también han destacado las inversiones recientes en el Instituto de Cardiología y en el hospital Escuela, donde se ha implementado una red para la atención de Accidentes Cerebrovasculares (ACV) y se trabaja en la modernización de los quirófanos. En este contexto, el Gobierno provincial ha informado que indicadores clave como la mortalidad infantil han mostrado una mejora sostenida en los últimos años.