Sucedió en el predio del balneario municipal, donde el atacante rompió el vidrio de la ventanilla del vehículo y disparó dos veces.
La localidad de Santa Lucía se vio sacudida con un impactante hecho registrado alrededor de las 19.30 del viernes, en el balneario municipal, donde un hombre fue asesinado de dos balazos en la cabeza.
La rápida investigación que estuvo dirigida por la Fiscal en turno de Goya María Eugenia Ballará determinó que el autor de los mortales disparos sería la expareja de la mujer que en ese momento acompañaba al fallecido.
Fue justamente ella, de apellido Paladino quien llamó al 101 para pedir auxilio por el crimen que acababa de presenciar en medio de una confusa situación, según confirmó el periodista Juan Cruz Velazquez.
El detenido por el homicidio fue identificado como Gustavo Perugorria (39) en tanto que en el domicilio paterno del barrio los investigadores secuestraron una pistola que sería calibre 44, que fuera entregada de manera voluntaria por otros familiares.
Según se determinó el acusado de balear al otro hombre, hacía 15 días se había separado de ella. Dejó su casa y fue a vivir con su papá, un excombatiente de Malvinas, que a su vez sería el propietario del arma.
Los primeros informes que se tuvieron indicaban que Perugorria los habría estado esperando en el predio del balneario, camino a Villa Córdoba, sobre el llamado puente viejo del río Santa Lucía.
Al verlos llegar en el automóvil, un Fiat Palio Adventure, color bordó, fue hacia ellos.
Primeramente, intentó abrir la puerta del lado del conductor, pero estaba trancada, por lo cual rompió los cristales con una piedra o ladrillo para luego meter el caño de la pistola y efectuar dos disparos que dieron de lleno en la cabeza del chofer, que murió en el acto. Se comprobó que fue a 0,40 centímetros de distancia.
Entre las piernas de la víctima quedaron un termo con agua caliente, un mate sin cebar y al costado del asiento un paquete de facturas sin abrir.
La acompañante, según se supo, no habría alcanzado a ver quién cometió el crimen, aunque sorprendió a los investigadores la frialdad con que asumió lo sucedido.
La misma actitud pudieron advertir en el detenido por el homicidio que el lunes sería imputado y habría que analizar la tipificación legal que la Justicia le imprime.
Se cree que tendría la agravante de la premeditación, ya que todo apunta a que los estuvo esperando, también se analizará sus vínculos previos con la mujer y el tipo de arma usada que sería de guerra.
También resultarán claves las pericias que se llevaron a cabo y se realizarán.