Un operativo policial en Flores derivó en el descubrimiento de una trama mucho más compleja y secreta: un laboratorio clandestino de drogas sintéticas que operaba en Sarandí. El lugar podía producir más de 13.000 pastillas de éxtasis con la cara del diablo. Por el caso hay dos detenidos, ambos extranjeros: los Walter White y Jesse Pinkman del Conurbano.
«Breaking Sarandí Bad», se denominó el operativo de la Policía de la Ciudad. Por el descubrimiento, se trató de algo muy similar a la serie televisiva: un laboratorio clandestino con pocas personas involucradas que producía drogas sintéticas a gran escala en pleno barrio sur del conurbano.
Llevaban una marca, como suele suceder en ese ambiente. Las pastillas estaban identificadas con una especie de cuño con la figura del diablo y la inscripción «Warning. Devil».
Fuentes policiales le confirmaron a Clarín que en el barrio de Flores fueron detenidos un hombre de nacionalidad colombiana de 66 años, y una mujer oriunda de Bolivia de 63. Tenían consigo una bolsa en la que trasladaban 500 pastillas de éxtasis.
En menos de 24 horas, la Unidad Investigativa N° 9 de la Policía de la Ciudad pudo vincular a los detenidos en Flores con un domicilio ubicado en la localidad de Sarandí. Y tras una orden avalada por el Juzgado Federal N° 5, a cargo de la jueza María Eugenia Capuchetti, efectivos policiales allanaron la casa ubicada sobre General Paunero al 800. Allí, operaba el laboratorio clandestino.
Tras el allanamiento, los detenidos en Flores fueron trasladados e incomunicados por orden judicial. Ahora enfrentan cargos por infracción a la Ley de Drogas. En tanto, la fiscalía avanza con las indagatorias y no descartan que haya más implicados, tanto en la logística como en la distribución.
La investigación, sin embargo, continúa. El botín incautado puede ser clave para saber cómo como trabajaba la banda vinculada a drogas y si el esquema tenía otros puntos en el Conurbano o incluso en países vecinos.
El Sarandí Bad, un laboratorio industrial de droga en pleno barrio
En el allanamiento, la Policía secuestró un recipiente con 1.390 gramos de MDMA (la sustancia activa con lo que se fabrican las pastillas de éxtasis). En este caso, tenían equipación como para producir 13.900 pastillas de 100 gramos.
También encontraron una máquina industrial automática tipo prensa, con el cuño con la imagen del diablo, igual al de las pastillas incautadas en Flores; cinco juegos adicionales de cuños con distintos diseños, para dar forma y marca a otras pastillas; y 75 frascos de colorantes de distintas marcas, habitualmente utilizados para teñir las pastillas y facilitar su venta por apariencia.
Además, se hallaron diversos elementos de corte y fraccionamiento como cucharas, pinceles y bolsas; cuatro balanzas de precisión electrónicas; y agendas y anotaciones a mano de interés para la causa.
Entre la droga que se estaba procesando en el laboratorio, se hallaron 90 pastillas de éxtasis, ya preparadas, de distintos colores y formas; una bolsa de estearato de magnesio; tres bolsas de alcohol polivinílico de alta viscosidad y 2 bolsas de maicena.
AGE