miércoles, 23 julio, 2025
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Derecha Fest | En el acto de Milei se promovió el odio a los periodistas, que tenían vedado el acceso aunque pagaran la entrada

CÓRDOBA.- En La Derecha Fest, el encuentro libertario que encabezó ayer el presidente Javier Milei en esta ciudad, una de las consignas fue “No odiamos lo suficiente a los periodistas”. En sintonía con ese discurso, los periodistas que habían sido acreditados como tales fueron relegados a un “corralito” frente al salón, desde donde no podían escuchar los discursos ni ver lo que sucedía.

La regla era que los periodistas debían usar en todo momento una pulsera identificatoria y que tenían vedado el acceso al encuentro, incluso si habían pagado la entrada como cualquier otro asistente. Quienes, como LA NACION, lograron ingresar con una entrada que compraron, pudieron permanecer porque no fueron identificados o porque alguno de los responsables del encuentro hizo la excepción de dejarlos estar.

Esto fue así pese a que se trató de un acto encabezado por el Presidente, que viajó a Córdoba en un avión oficial para este encuentro. Estuvo acompañado por altos funcionarios; incluida la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.

Javier Milei, en La Derecha FestSebastián Salguero – LA NACION

El Presidente cerró una reunión organizada por privados, con un claro tono político-electoral, y su discurso no fue transmitido por las redes oficiales ni por las de los organizadores.

Las acreditaciones de prensa para la cobertura de La Derecha Fest, que fue organizada por La Derecha Diario, medio del español Javier Negre, se gestionaban a través de una casilla de correo de Gmail.

La respuesta que recibía quien pedía la acreditación consignaba: “Habrá un corralito exclusivo para prensa en el ingreso. El ingreso con cámaras de foto y video dentro del recinto está estrictamente prohibido. El ingreso es personal e intransferible. Deberás presentarte en la entrada con tu nombre completo y número de documento. Sin esos datos no se podrá ingresar. Las acreditaciones son válidas únicamente para quienes completaron el formulario. No se permitirá el ingreso de asistentes o acompañantes no registrados».

El «corralito» reservado a los periodistas por los organizadores de La Derecha Fest, lejos de los protagonistas del evento

Advertía, además: “Al ingresar, recibirás una pulsera de prensa que deberás llevar puesta durante todo el evento. Agradecemos tu comprensión y colaboración para garantizar el buen desarrollo del evento».

Quienes entraron con esa acreditación recibieron la pulsera y quedaron afuera del sector del centro de convenciones donde se hacía el encuentro, separados del salón principal por una calle interna. Les dijeron que, a lo mejor, algunos expositores se acercarían a conversar con ellos. En una jornada fría y gris, alrededor de las 19, dos horas después del inicio del encuentro, ya se habían ido todos los periodistas que habían sido enviados allí, que advirtieron que no tendrían acceso alguno a lo que sucedía puertas adentro.

El Gordo Dan durante su exposición en La Derecha FestRed X

A los periodistas que ingresaron con entradas, algunas segundas líneas de la organización les aconsejaban “no hacerse ver, disimular”. Pese a ello, los pocos periodistas que lograron permanecer adentro -como LA NACION– hicieron notas con los expositores y entrevistaron a los asistentes sin ocultar que estaban trabajando. Los fotógrafos sacaron fotos con teléfonos móviles.

A última hora, varios periodistas pudieron entrar sin pagar entrada porque algún “contacto” les facilitó el QR. Todo dependía de algún favor de los organizadores. Los llamados y pedidos de acceso se multiplicaban a medida que pasaba el tiempo y se veía que sería imposible hacer la cobertura con las reglas de la acreditación.

Les digo que no odiamos lo suficiente a los periodistas, y yo soy uno de ellos. Esta es una de las profesiones más corrompidas”, dijo Negre anoche, en su presentación. A lo largo de la noche hubo varias referencias sin dar pruebas a los periodistas como “ensobrados” y duras críticas a los medios tradicionales. Milei fue uno de los que repitió ese discurso.

La periodista Melisa Molina, de Página/12, contó que estaba acreditada y con una entrada comprada y que, a poco de iniciar la cobertura, le pidieron que se retirara. “Se me acercó personal de la Casa Militar, que me conoce la cara porque soy acreditada en Casa de Gobierno, y me dijeron que ‘desde Buenos Aires’ no querían que mi medio, por Página12, esté adentro del salón. Hasta ese momento no había publicado nada», relató la periodista.

Añadió: “Me sacaron diciéndome que querían hacerme ‘un par de preguntas’ y una persona que no se identificó más que como ‘un contratado’ me llevó a un terreno baldío donde había algunos autos estacionados. Me dijo que me quede tranquila, que era solo para ponerme ‘una pulsera de prensa’. Anotaron mi nombre y mi apellido, me preguntaron cómo había llegado al evento y me tiraron encima dos billetes de 20.000 pesos, que era lo que valía la entrada que yo compré por la página web. No los acepté y me dejaron detrás de unas rejas sin permitirme salir con personal de seguridad privada y de Casa Militar. No me dejaron volver a entrar».

LA NACION consultó a La Derecha Diario de Córdoba sobre este episodio, pero hasta el momento nadie respondió.

Durante su discurso de anoche, Milei agradeció a La Derecha Diario y le dedicó una mención desprovista de todo rigor, al describirlo como el diario digital más leído en todo América Latina.

“Me gustaría detenerme para reconocer a La Derecha Diario, que pasó de ser un diario digital hecho a pulmón por dos adolescentes a ser el diario más leído de toda América Latina en cuestión de pocos años. Felicitaciones a todos los que son parte de La Derecha Diario y a sus creadores”, dijo en su discurso.

La audiencia de medios digitales es auditada en la mayoría de los países por la empresa Comscore, cuyos datos sirven como referencia para el mercado publicitario. En la Argentina, La Derecha Diario registró en mayo (última medición) una audiencia acumulada que lo ubica por debajo del puesto 300 entre los sitios de noticias. En meses anteriores bordeó el puesto 100, siempre muy volátil. En otros dos países latinoamericanos de habla hispana, Colombia y México, no entra entre los medios que compiten por los primeros lugares (al menos no fue top ten en ningún momento). Y si se tomara a Brasil, el mayor mercado, directamente su tráfico es insignificante.

El fuerte de La Derecha Diario son las redes. Ahí sí tiene un número importante de seguidores (500.000) en Argentina, lo que lo ubica en esa métrica dentro de los medios relevantes, aunque muy por debajo de los más seguidos. En México, donde tiene sucursal, su influencia es bastante más módica (menos de 40.000 seguidores) y la cuenta de Estados Unidos por ahora solo acumula 3400.

Milei, sobre La Derecha Diario: «El medio más leído de América Latina»

De ese modo, resulta difícil comprender qué datos usa el Presidente para afirmar que La Derecha Diario es el “diario más leído de toda América Latina”, más allá de que sea el medio que él personalmente más retuitea desde su cuenta de X.

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