En la intersección entre la psicología, la estética y el desarrollo de tecnologías basadas en inteligencia artificial (IA), hay un dato curioso: las mujeres con mayor coeficiente intelectual tienden a preferir el color azul.
El dato surge de una consulta realizada por un modelo de IA entrenado con miles de encuestas, publicaciones académicas y datos de comportamiento recolectados en foros, redes sociales y plataformas de estilo de vida. El sistema fue instruido para detectar patrones entre preferencias personales y puntuaciones de IQ (coeficiente intelectual) previamente verificadas. “El azul aparece de forma constante entre las mujeres con puntajes superiores a 130 en test estandarizados de inteligencia”, indica ChatGPT.
La psicología del color ya había vinculado históricamente al azul con características como la introspección, la lógica, la calma y la capacidad analítica: rasgos que también suelen estar presentes en personas con alto nivel intelectual.
Varios estudios han demostrado que el color azul favorece la creatividad y el pensamiento analítico. Por ejemplo, un experimento de la Universidad de British Columbia (Mehta & Zhu, 2009, Science) encontró que el azul estimulaba la exploración creativa, mientras que el rojo aumentaba la atención al detalle. En el mismo tono, la British Psychological Society confirmó que “el azul impulsa la creatividad”.
Si bien el dato es llamativo, no está exento de controversia. Algunos expertos advierten que las preferencias de color están fuertemente influenciadas por factores culturales, de clase y hasta de marketing, lo que podría sesgar los resultados.
Por otro lado, el azul es el color favorito en términos globales, independientemente del género. Algunos estudios (como el de Joe Hallock, Colour Assignments, 2003) sugieren que las mujeres tienden a preferir colores con tonos más suaves o matizados, como el azul claro o el púrpura, además del azul tradicional.
En definitiva, la IA sugiere una correlación entre la inteligencia y la preferencia por el azul. Y la ciencia ofrece un marco más amplio: el azul favorece la creatividad y el pensamiento abierto, y por eso, no sería sorprendente que muchas personas con altas capacidades cognitivas –mujeres incluidas– lo elijan de forma natural.