Un comunicado difundido desde su oficina explicó que la enfermedad permite un tratamiento efectivo. “El Presidente y su familia están revisando las opciones de tratamiento con sus médicos”, añadió la nota.
El expresidente de Estados Unidos Joe Biden fue diagnosticado con cáncer de próstata, con metástasis en los huesos, según un comunicado difundido por su oficina y publicado por la cadena CNN.
Según la nota, el político demócrata, de 82 años, fue examinado la semana pasada por un nódulo prostático y le fue detectado un cáncer.
Asimismo, precisó que las células cancerosas se extendieron al hueso. “Aunque esto representa una forma más agresiva de la enfermedad, el cáncer parece ser sensible a las hormonas, lo que permite un manejo efectivo”, indicó el comunicado.
Tras conocerse la noticia, el presidente Donald Trum, le deseó una “pronta y exitosa recuperación” a su antecesor,.
“Melania y yo estamos tristes al enterarnos del reciente diagnóstico médico de Joe Biden. Expresamos nuestros mejores deseos a Jill y a la familia, y le deseamos a Joe una pronta y exitosa recuperación”, expresó en la plataforma Truth Social.
Cuáles son las opciones de tratamiento
Si bien el escrito señaló que la enfermedad tiene un tratamiento efectivo, no se detalló cuáles son las opciones. “El Presidente y su familia están revisando las opciones de tratamiento con sus médicos”, añadió la nota.
Biden dejó la Casa Blanca el pasado enero como el presidente estadounidense de mayor edad en el cargo. Durante su mandato, hubo cuestionamientos sobre su aptitud para continuar en la posición debido a su edad y su salud.
El expresidente demócrata abandonó la carrera por la reelección a mediados de 2024 para en su lugar apoyar la candidatura a su vicepresidenta, Kamala Harris, quien fue derrotada en las urnas por Donald Trump.
A inicios de 2024, el médico personal de Biden lo declaró apto para continuar en la posición tras un examen físico.
En febrero de 2023, a Biden se le extirpó una lesión cancerosa en el pecho en una operación exitosa, tras la que el entonces médico de la Casa Blanca aseguró que no se requería tratamiento adicional.