El Fondo Monetario Internacional (FMI) le dará al gobierno de Javier Milei USD 15.000 millones de libre disponibilidad a cambio de una devaluación eventual del casi 30% encubierta que la gestión libertaria buscará delegarle a los mercados. Con bandas de flotación, giros de dividendos frescos para las multinacionales y una fuerte flexibilización del cepo, la apuesta oficial es que el tipo de cambio llegue rápido a los $1400 para aguantar un primer fogonazo y sostener la inflación hasta las elecciones.
El anuncio ocurrió tan sólo unas horas después del dato de inflación de marzo. El explosivo 3,7% fue inesperado hasta para las consultoras que hicieron mediciones privadas muy por debajo de la cifra del INDEC. Fue una jornada plagada de incertidumbre, que tomó velocidad cerca de las 18 cuando la Casa Rosada comunicó que el ministro de Economía, Luis Caputo, daría una conferencia de prensa en Balcarce 50, frente a una Plaza de Mayo en la que llamó la atención un operativo policial, montado desde hacía dos días, sin protesta anunciada para la jornada.
El jefe del Palacio de Hacienda se desarmó de agradecimientos a su equipo y su familia, que estuvo presente durante el mensaje y fue impulsora de momentos de aplausos, como cuando el titular habló de los números de la pobreza y el nivel de precios. La sensación fue la de una despedida adelantada. Junto al titular del Banco Central, Santiago Bausili, Caputo explicó los alcances de un nuevo esquema cambiario, sin anunciar la estructura del acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF) por USD 20.000 millones a cuatro años que adelantó hace unos días el organismo.
El círculo rojo se apresuró a respaldar el acuerdo con el FMI, el fin del cepo y el sinceramiento del dólar
Al contrario, Caputo se extendió en un discurso extenso con foco en los “riesgos” inflacionarios que dejó el gobierno de Alberto Fernández, la especulación de la política y señales que buscaron mostrar objetivos ambiciosos, como la corrección de la meta del superávit, del 1,3% del PBI al 1,6%.
Cómo funcionará el nuevo dólar
El nuevo régimen consiste en un rango que va de los $1000 a los $1400 en los que el Central no puede intervenir, con un crawling peg del 1% mensual. Cada vez que el tipo de cambio opere en el mercado oficial en el valor superior de la banda, el BCRA venderá dólares para defender el valor en la misma y, en el proceso, eliminar pasivos monetarios. Cuando el precio perfore el piso de la banda, la autoridad monetaria comprará divisas para defender el valor.
El régimen que comienza el lunes elimina el dólar “blend”, flexibiliza el acceso a la moneda estadounidense para las importaciones y levanta completamente las restricciones para la compra de divisas por parte de personas humanas, eliminando el tope mensual de USD 200 para las operaciones digitales, con una salvedad para la compra por ventanilla en efectivo: se permitirá adquirir hasta USD 100. Para el minorista, se suprimen casi todas las barreras aunque se mantendrá la percepción del 30% de Ganancias para las compras en el exterior.
Milei habló al país: «Eliminamos el cepo, tengan la tranquilidad de que todo marcha acorde al plan»
También habilita la distribución de utilidades al exterior a partir de balances iniciados en 2025. Una medida de apuesta: el equipo económico busca incentivar las inversiones a partir de la liberación de una parte, la de los flujos, aunque sostiene una buena parte del cerrojo el en el stock de dividendos previos al 2025 que quedaron atrapados y que se calculan extraoficialmente en alrededor de USD 15.000 millones.
Los seguros que mantendrá el cepo
El Gobierno se guardó como escudo de las arcas la restricción cruzada para las personas jurídicas – la imposibilidad de acceder a los mercados financieros y oficial en un plazo de 90 días – pero hará un reseteo: el lunes, las empresas que quieran acceder a cualquiera de ambos mercados podrán hacerlo y el impedimento comenzará a regir a partir de la fecha de vuelta a los mercados. Dos de las transacciones que hacen grandes jugadores y que presionan fuerte sobre las reservas internacionales.
Para las multinacionales que igual quieren girar sus divisas a sus casas matrices, el BCRA emitirá una nueva serie de los Bonos para la Reconstrucción de la Argentina (Bopreal). Al igual que para la deuda comercial, que fuentes oficiales calculan en USD 18.000 millones de saldo. Según pudo saber PERFIL, en los despachos oficiales estiman una suscripción de entre USD 2000 millones y USD 3000 millones.
El poder de fuego que el FMI le da a Javier Milei y Luis Caputo
El acuerdo con el Fondo prevé que de la totalidad de la suma, un 75% sea “front load”, con USD 12.000 millones inmediatos y otros USD 3000 millones repartidos por el año, reforzados con otros USD 6.100 millones de organismos internacionales. Algo inédito para la entidad que suele dar entre el 15% y el 40%. El marketing del Gobierno es que el ajustazo que aplicó a inicios de su administración fue suficiente para convencer al Fondo de entregar un monto más fuerte.
El ministro también hizo un repaso sobre el tira y afloje con el organismo. Según el relato, el nuevo esquema cambiario estaba listo en agosto, pero la discusión sobre los detalles sobre el nuevo endeudamiento demoró hasta ahora. La novela da cuenta de un FMI que presionó por asegurarse de darle a una Argentina en plena previa electoral y con historia de de incumplimientos, fondos que eviten el default pero con toda la responsabilidad en sus autoridades para administrar las balas en un país de fuerte restricción externa y debilitada al acceso a los mercados internacionales.
Fin del cepo y bandas de flotación para el dólar: la reacción de oficialistas y opositores
El impacto en la inflación aún está por verse. “Es muy difícil de decir porque va a depender de dónde va el tipo de cambio. Lo mismo con las tarifas. A nosotros no nos sorprendería que en dos meses el dólar valiera $1000”, señaló Caputo. El dato de marzo del IPC es el piso con el que juega la administración libertaria.
El programa, por lo pronto, se parece al que cerró el gobierno de Mauricio Macri en 2018 cuando a los pocos meses de anunciado el acuerdo, el entonces titular del BCRA, Guido Sandleris, aplicó un régimen de bandas de flotación. En ese período, luego de que el Fondo desembolsará la primera parte de los USD 57.000 millones, salieron unos USD 15.000 millones. Caputo era el presidente del Banco Central.