martes, 25 marzo, 2025
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Natalia Ramírez: mi personaje en Betty, la fea era una víctima, no una villana

Marcela Valencia y la Peliteñida no necesitan presentación, siempre estarán presentes en nuestra memoria (y en nuestros memes también) como las antagonistas de Beatriz Pinzón, más conocida como ”Betty, la fea”. Ahora las actrices que encarnaron esos personajes emblemáticos se subirán por primera vez a un escenario porteño, Natalia Ramírez y Lorna Cepeda estrenarán el 8 de abril en el Teatro Broadway la desopilante comedia “Muertas de risa”. Allí serán dos viudas de un un mismo hombre que llevó una doble vida durante años. Y no sabrán si llorarlo, hacerse amigas o matarlo de nuevo, pero tendrán en claro cómo divertirnos de principio a fin.

Natalia Ramírez, actriz colombiana de gran trayectoria, protagonista de  novelas de culto como las dos temporadas de “Betty” y “Dr. Amor”, figura de Telemundo, amante de Buenos Aires, amiga incondicional, prende la cámara y está exactamente igual que cuando encarnaba a la prometida del dudoso don Armando en “Betty, la fea”. Algunos veían a Marcela, su personaje, como villana, otros como víctima de dos señores flojos de papeles. En todo caso, era la ejecutiva que se cargaba a los hombros una empresa en un mundo de hombres. Las mujeres no lloran, las mujeres facturan. Y se ríen bastante en esta entrevista.

Noticias: En “Muertas de risa”, Lorna Cepeda y usted son dos mujeres que se encuentran en el lugar menos pensado, la morgue. El tema es que ambas son viudas del difunto, ¿cómo llegamos a esto?

Natalia Ramírez: (Se ríe) La morgue es un lugar inusual, la verdad, pero esas circunstancias existen más de lo que uno cree. Se encuentran ahí para reconocer al ser amado, para una es su esposo y para la otra es su amante y el padre de sus hijos. Es algo que generalmente pasa en las funerarias, ¿has visto que alguna vez llega alguna mujer que llora con sus niños y nos enteramos que había otra familia? Este encuentro inesperado es afortunadamente sin niños y en la morgue, solo está el individuo y nosotras reconociéndonos …

Noticias: Y además usted se entera de que mantenía a esa familia paralela porque el señor era poco afecto al trabajo. Solo falta decir “¡Que pase el desgraciado!”

Ramírez: Tal cual. Terminamos muy sorprendidas la una con la otra, por supuesto, y además hay una cantidad de situaciones que empiezan a generarse a partir de esto.

Noticias: Hace unos años estuvo en Argentina haciendo la tira “Doctor Amor”, pero creo que es su primera vez en el teatro porteño. Dicen por ahí que nuestro público es muy demostrativo. ¿Hay ansiedad?

Ramírez: Sí, estuve en 2003 filmando esa serie maravillosa con Lorna también, así que felices de poder regresar, en ese momento estuvimos casi un año en San Isidro grabando la tira de Raúl Lecouna con Arturo Puig y un elenco precioso, ¡qué mejor dicha que volver ahora y con el teatro! Tenemos una expectativa impresionante con el público argentino, primero porque lo adoramos, tenemos un cruce relevante entre Colombia y Argentina, en Colombia el tango es muy importante, no sé si lo sabes, pero sobre todo en la zona cafetera de Medellín y Caldas somos bien tangueros. Yo hice una novela en 1989, “¡Quieta, Margarita!” donde cantaba tangos, boleros y cuplés, ese intercambio cultural que tenemos con ustedes es maravilloso, así que la gratitud por poder presentarnos y mostrarles un poquito de lo nuestro es grande. El teatro nos permite conectarnos directamente, yo siento que ahí está la real magia del arte. Estar en vivo, sentir eso de poder respirar el mismo aire, que te lleguen las sensaciones y las risas en el momento. Además, hemos tenido una gran acogida con nuestras novelas, creo que nos van a entender todo porque si bien hablamos distinto a través de las tiras ya conocen nuestros modismos…¡espero! 

Noticias: Retomando el tema del tango, usted empezó su carrera siendo cantante. ¿Cómo pasó de la música a la actuación?

Ramírez: Es muy simpático porque a mí lo que realmente me gusta es la música publicitaria, esa era mi gran pasión, trabajé cantando jingles durante 15 años, 7 días a la semana. Terminé poniéndole mi voz a todos los jingles de un canal de televisión y ese canal necesitaba una persona que cantara para una novela, pero no lograban  encontrarla. Yo no actuaba, ellos igual me llamaron para hacer una audición y a la semana me dijeron: “Ay, ¡te lo ganaste!”. Así entré a la tele. Después vino “Betty, la fea”, que fue un antes y un después gracias a la cual pude conocerlos a todos ustedes.

Noticias: ¿Podemos decir en base a todos los disgustos que le acarreó Don Armando en “Betty, la fea” y los problemas que le trae el difunto en “Muertas de risa”, que tuvo más suerte con los hombres en la vida que en la ficción?

Ramírez: ¡Cómo quisiera que el difunto fuera Armando! (se ríe). Con mi marido Ricky Díaz, que se dedica a los bienes raíces, he tenido mucha, pero mucha suerte. Creo que fuimos muy afortunados, nos encontramos en momentos muy difíciles de nuestra vidas y fue muy lindo poder rescatarnos como pareja, volvernos tan fuertes a través de estos 25 años que llevamos juntos. Tenemos una relación envidiable, somos novios, como decía Armando Manzanero en su bolero. Uno de los éxitos que hemos tenido como pareja es que no se trata de hacer feliz al otro sino de compartir la felicidad de cada uno. En una relación siempre es importante tener cosas para aportar, ser positivos, aunque por supuesto a veces  estar mal también esté bien. Es lindo poder construir de a dos.

Noticias: No todo es amor, llegó el momento de la denuncia. Su gran amiga y compañera  Lorna Cepeda se ha quejado de que cuando la conoció usted no era la más simpática del reino y no le daba bola. ¿Confirma o desmiente?

Ramírez: Es que no soy la más simpática, ¡confieso!  se ríe). Lorna trasciende todo, yo no la considero una amiga sino parte de la familia, es mi hermana. La vida nos ha puesto en el camino siempre juntas, ha sido una cosa muy extraña. Fíjate que terminamos “Betty”, luego nos fuimos a trabajar a Telemundo, hicimos una serie llamada “Mi pequeña mamá”, después grabamos en Argentina, hacemos teatro. Antes de “Betty” ya habíamos compartido novela, ahí nos conocimos, desde entonces siempre las dos, como dicen ustedes “la rubia y la morocha”. Somos como el agua y el aceite, pero juntas explotamos como una bomba, no solo en lo profesional sino en lo emocional, nos hemos apoyado toda la vida en todos los aspectos, es una relación bien estrecha la que tenemos y en el escenario nos llevamos muy bien.

Noticias: Cuando se estrenó la nueva temporada de “Betty, la fea”, Ana María le dio una entrevista a NOTICIAS y habló con mucho cariño de sus compañeros. ¿Cuál es el gran truco de esa novela que a diferencia de otras no vence jamás?

Ramírez: Creo que uno de los puntos fuertes fue la conexión entre todos nosotros, en la original estuvimos trabajando dos años y medio en los que compartíamos 15 horas diarias, nos compenetramos mucho y somos una familia muy importante, disfuncional, pero familia al fin. Siento que el autor, Fernando Gaitán, hizo el desmolde de un prototipo de novela que seguía perpetuando paradigmas, romper ese molde fue lo que la hizo totalmente disruptiva, cambió todo los parámetros y tuvo un éxito impresionante. Algo muy importante fue darle voz a los invisibles como les decía Gaitán, esos personajes que son fundamentales en nuestras vidas y que infortunadamente terminan sin tener la relevancia que merecen, como el  mensajero, la secretaria, el portero, esos roles a veces menospreciados recuperaron una posición central en la historia, Betty incluida. Todos se podían identificar con alguno de los personajes. Yo siempre consideré que el mío, Marcela, era una víctima no una villana, los villanos reales eran Mario y Armando con todos sus manejos. En “Betty” también había una convivencia absoluta entre todas las clases sociales, no existía la vecindad de los pobres o las mansiones de los ricos como solía pasar en las novelas tradicionales. 

Noticias: Aún hoy no está tan lejano como creemos eso de que el hombre con poder es un grande y la mujer con poder es una villana. ¿Es verdad que no le pedían fotos como al resto del elenco porque Marcela era percibida como la mala de la historia? ¡Qué injusticia! (risas)

Ramírez: Ay sí, ¡qué tristeza! No me enojaba que les pidieran fotos a todos menos a mí, me daba pesar. Creo que Marcela es un personaje intimidante, el problema son los que confunden a la actriz con el personaje. Marcela era la mujer que mandaba y ejercía su poder con todas las mayúsculas, pero yo solo quería ser como mis compañeros. Estaba detrás viendo como se fotografiaban y me clavaban el visto. Pidan fotos que soy buena.

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