(Fuente: Diario Perfil) – La operación de venta de Telefónica de Argentina a Telecom no tiene marcha atrás. Telefónica de España ya recibió los US$ 1.245 millones por la colocación de su activo en el país, y el Gobierno lo sabe. Sin embargo, desde el Ejecutivo manejan una posible salida al conflicto: que Telecom se desprenda de algunas de sus empresas, vendiéndolas a operadores locales, para reducir su participación en distintos mercados y así evitar acusaciones de monopolio u oligopolio.
Telefónica cerró su presencia en la Argentina y no contempla revertir la venta a Telecom. Según información proveniente de Madrid, cualquier conflicto en torno al dinero recibido será responsabilidad de los compradores, es decir, de Telecom. Para la compañía española, el proceso está finalizado, considerando que la negociación con el Grupo Clarín y su socio mexicano fue la más conveniente.
Durante el proceso de venta, otros interesados, como el grupo Werthein, Eduardo Elsztain y el Grupo Mindlin, manifestaron su malestar al enterarse de que la transacción ya estaba cerrada. De hecho, algunos de ellos pagaron sumas significativas por documentos de condiciones para negociar, cuando la operación ya estaba en marcha.
La ingeniería financiera detrás de la operación incluyó la participación de BBVA, Santander, ICBC y Deutsche Bank. Casi el 90% del monto de la compra provino de financiamiento externo, una estrategia poco habitual en este tipo de transacciones en Argentina. La presencia de David Martínez y el respaldo del Grupo Clarín facilitaron el acceso a este financiamiento.
La estructura de la sociedad compradora está conformada por CVH (Cablevisión Holding SA) con un 40%, Fintech Telecom, LLC, con otro 40%, y el 20% restante en manos de inversores institucionales y particulares.
El Gobierno de Javier Milei no ve con buenos ojos la operación y lo dejó en claro en un comunicado emitido por la Oficina del Presidente de la República Argentina (OPRA). En el texto, se informó sobre la suspensión preventiva de la compra basada en la recomendación de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, ante la posibilidad de una concentración del 61% del mercado de telefonía móvil, 69% de telefonía fija y hasta 80% en algunos segmentos del servicio de internet residencial.
El argumento oficial se basa en la Ley de Defensa de la Competencia, que establece que cualquier operación con más del 25% de participación en un mercado relevante debe ser revisada por la CNDC. Siguiendo esta lógica, Telecom superaría ampliamente ese límite.
Sin embargo, Telecom sostiene que el panorama de las telecomunicaciones cambió con la irrupción de Starlink, la empresa de Elon Musk, que domina el mercado de las comunicaciones satelitales a nivel mundial y cuenta con el respaldo del propio Milei. Además, Telecom busca expandirse en el sector de pagos digitales con Personal Pay, argumentando que su presencia en distintos mercados está alineada con las tendencias internacionales.
El Gobierno, lejos de querer anular la operación, plantea una suspensión temporal para negociar condiciones. En este escenario, se baraja la posibilidad de que Telecom se desprenda de algunos de sus activos, entre los que se encuentran la telefonía fija, la televisión por cable, el servicio de internet, los medios de comunicación y el contenido periodístico.