Los focos de las luminarias se direccionan a su humanidad, merced a los escándalos de enorme dimensión que protagoniza en su vida privada. Todo se remite a Wanda Nara y su presente convulsionado, que se configura en una guerra enorme y repleta de escándalos con Mauro Icardi.
La mediática destapó una olla que se presumía, que se intuía en la atmósfera, y decidió denunciar a su ex marido, en primera instancia por hostigamiento y le solicitó a su abogada que se implemente un mecanismo de restricción de acercamiento físico.
En todo este presente también se filtró la posibilidad que Wanda haya atestiguado en pericias psicológicas judiciales que ha padecido algún tipo de violencia del futbolista. Al mismo tiempo que se encargó de sembrar esa semilla al publicar un chat en el que Mauro le aseguró que se encargaría de hacerle la vida imposible.
En definitiva, Nara le envió un mensaje indirecto, pero que se entendió a una legua, en su recibimiento de un Martín Fierro de la moda, en una terna en la que entendieron que se destacó por sus looks en televisión, a pesar de su escasísima trayectoria en la conducción delante de cámaras.
LA PICANTE INDIRECTA DE WANDA NARA
Al subir al estrado, Wanda expresó algunas palabras como focalizar en la vital importancia de Kennys Palacios para imprimirle belleza a sus atuendos: «Ojalá todos tuvieran una persona como él, que es capaz de darlo todo y más para que yo me luzca«. Así como le agradeció a L-Gante, su nuevo novio, por acompañarla al evento.
En el cierre de su alocución, Nara apuntó contra Icardi: «Sean muy felices, como dice Mirtha (Legrand) la vida es muy corta y hay que ser felices. Y retirarse a tiempo cuando uno deja de estar bien en un lugar«. Sin nombrarlo específicamente, la mediática se encargó de dejar en claro que necesitaba alejarse de su ex marido.